"I tried God, I tried church"- How many of us have heard our friends and family members say this before or perhaps we ourselves have said this at one time in our lives. God asks us to surrender and submit, not to try Him or the church.
God will not just come and take your addictions, bad habits or rebellion away. He wants us to surrender them to Him. By surrendering to God you are telling Him that you do not want anything to come in between you both. Surrender is a form of worship, take Moses for a example. The people of Israel were in a battle but as long as Moses had his arms raised in a position of surrender they would win but as his arms started to go down they would begin to lose (Exodus 17:11). That is how it is when we try to do things in our own strength, we begin to lose the battle in which we are in. Doing things on our own without God just makes things worse, ultimately resulting in us quitting or returning back to the very thing we were trying to abstain from. Submitting to God's will means to submit to His Word. That's why it is so important to develop a personal relationship with God, to know His word and what it says. His words are your weapon when the enemy tries to tempt you to go backwards or give up. His word is life, strength, power and has already defeated the enemy once before.
Trying God or Church will never set you free, but having an intimate relationship with Him, obeying His word will set you free and keep you free. You see, because it is not your bad habits, addictions or rebellion that keeps you enslaved to them but your heart posture. Our heart posture is either humbled before God or hardened to him. Every time you read the bible, hear a preaching, a song, read a book, or a family member or friend has ministered to you and you turn the other way, you are hardening your heart towards God. Only to be further enslaved in your sin. God tells us in His word do not just be hearers of the word but doers. He says if you just hear what it says and do not obey it or apply it to your life you deceive yourself (James 1:22).
Brothers and sisters, the Holy Spirit has already conquered sin and death, let him do this work in your life and stop shutting Him out. You do not have to do it alone but you do need to crucify the flesh daily. Trust Him, surrender and submit to our Heavenly Father and be set free. You are loved.
6. But he gives us more grace. That is why Scripture says:
“God opposes the proud
but shows favor to the humble.”
7. Submit yourselves, then, to God. Resist the devil, and he will flee from you.
- James 4:6-7 (NIV)
Rendirse y Someterse
"Probé a Dios, probé a la iglesia": cuántos de nosotros hemos escuchado a nuestros amigos y familiares decir esto antes o quizás nosotros mismos lo hemos dicho alguna vez en nuestras vidas. Dios nos pide que nos rindamos y nos sometamos, no que lo probemos a Él o a la iglesia.
Dios no solo vendrá y quitará tus adicciones, malos hábitos o rebeldías. Él quiere que se los entreguemos. Al rendirte a Dios, le estás diciendo que no quieres que nada se interponga entre los dos. La rendición es una forma de adoración, toma a Moisés como ejemplo. El pueblo de Israel estaba en una batalla, pero mientras Moisés tuviera los brazos levantados en una posición de rendición, ganarían, pero a medida que sus brazos comenzaran a bajar, comenzarían a perder (Éxodo 17:11). Así es como cuando tratamos de hacer las cosas con nuestras propias fuerzas, comenzamos a perder la batalla en la que estamos. Hacer las cosas por nuestra cuenta sin Dios solo empeora las cosas, lo que finalmente resulta en que renunciemos o regresemos a lo mismo de lo que estábamos tratando de abstenernos. Someterse a la voluntad de Dios significa someterse a Su Palabra. Por eso es tan importante desarrollar una relación personal con Dios, conocer Su palabra y lo que dice. Sus palabras son tu arma cuando el enemigo trata de tentarte para que retrocedas o te rindas. Su palabra es vida, fuerza, poder y ya una vez venció al enemigo.
Probar a Dios o a la Iglesia nunca te hará libre, pero tener una relación íntima con Él, obedecer Su palabra te hará libre y te mantendrá libre. Ves, porque no son tus malos hábitos, adicciones o rebeldía lo que te mantiene esclavizado a ellos sino la postura de tu corazón. La postura de nuestro corazón es humillada ante Dios o endurecida ante él. Cada vez que lees la biblia, escuchas una predicación, una canción, lees un libro, o un familiar o amigo te ha ministrado y te vuelves hacia el otro lado, estás endureciendo tu corazón hacia Dios. Sólo para ser aún más esclavizados en su pecado. Dios nos dice en Su palabra que no solo seamos oidores de la palabra sino hacedores. Él dice que si solo escuchas lo que dice y no lo obedeces o lo aplicas a tu vida, te engañas a ti mismo (Santiago 1:22).
Hermanos y hermanas, el Espíritu Santo ya venció el pecado y la muerte, déjenlo hacer esta obra en su vida y dejen de excluirlo. No tienes que hacerlo solo, pero sí necesitas crucificar la carne diariamente. Confía en Él, ríndete y sométete a nuestro Padre Celestial y sé libre. Eres amado.
6. Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura:
«Dios se opone a los orgullosos,
pero da gracia a los humildes».
7. Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
- Santiago 4:6-7 (NVI)
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